viernes, 24 de octubre de 2014

Conga o el Oro de Cajamarca

Con motivo de las elecciones regionales del 5 de octubre, Cajamarca se ha vuelto a poner de moda. Los principales diarios limeños, sus columnistas, los invitados, los opinólogos de toda la vida, han vuelto a escribir y a lamentar el triunfo de Gregorio Santos. Que si Santos está en la cárcel, que si no podrá gobernar, que si se victimizó, que si el culpable del triunfo de Santos es el gobierno, que si las inversiones mineras peligran, que si Yanacocha, que si los anti mineros, que si hay que solucionar ya el problema, que si la mano dura, que si Conga va, que si no, etc, etc.

¿Y la Democracia?


Nada han dicho de la libertad de los cajamarquinos de elegir a quien ellos deseen como su presidente. 50% de todo Cajamarca elige a Santos, después de años de la monserga capitalina de que Santos no representaba a nadie y que todo era cosa de violentistas. Es que finalmente las elecciones y la reacción de la prensa limeña, sirven para desenmascarar a ciertas gentes. La democracia que tanto cacarean y que no defendieron, por ejemplo cuando la dictadura de Fujimori, la democracia digo, no les importa. Es buena cuando ganan ellos. Cuando pierden, es lo último que invocan, es un estorbo. Es un chiste oírlos. Sólo hablan de Conga y del oro. Pero claro, ellos no hablan ni escriben para nosotros, ellos hablan y escriben para una masa acrítica, aceitada por programas estupidizantes, por cómicos estupidizantes, por series del mismo calibre. Allí están “Esto es Guerra”, Carlos Álvarez, Al Fondo Hay Sitio, para cumplir con su rol de estupidización de nuestra sociedad. Es más, ni siquiera hablan para Cajamarca, esa batalla la dan por perdida. Hablan para Lima. Controlar la opinión pública limeña es su objetivo. ¿Por qué hablan de Santos si éste no puede gobernar ahora? Por que satanizando a Santos se sataniza a los opositores a Conga. Esa es la cuestión.

¿ Por qué sólo Cajamarca importa?


Por qué no muestran estos opinólogos y líderes de opinión, adalides del desarrollo cajamarquino que vendrá con Conga, la misma preocupación dedicándose a opinar de Huancavelica, aquella tierra que Federico Salas puso sobre el tapete con su marcha de los caballos; ¿por qué no muestran esa preocupación por Ayacucho, tierra que vio nacer la violencia en los años ochenta? ¿Por qué no se preocupan por Huánuco, Apurímac, Moquegua, Ucayali, Junín, Pasco? ¿Por qué la reiterada, machacona y exclusiva preocupación por Cajamarca? “Cajamarca está en la pobreza por culpa de Santos, de los anti mineros, de los revoltosos”, dicen. ¿Y la pobreza de otras regiones? Ah, no, esa pobreza no les importa, allí no hay un Santos, no hay anti mineros, no hay revoltosos. Lo único que les interesa es el oro de Cajamarca y por ello la cantaleta cansina y repetitiva. La misma ciega ambición de los Pizarro y los Almagro, la cultivan hoy los grupos de poder que esperan echar mano del oro de Cajamarca.

Pero Yanacocha no es una novedad en Cajamarca. Tiene más de 20 años allí explotando el oro con la promesa de acabar con la pobreza. Según unas cifras que encontré en La República, basadas en datos de FONCODES y el censo del año 2007, hasta el 2012 en Cajamarca el 59% de la población no tenía luz eléctrica, 26% no tenía agua, y había 38% de desnutrición. Como se ve, en los 20 años pasados de explotación de Yanacocha, no se avanzó mucho. Por eso las promesas nuevas no las cree la población. No hacen falta “agitadores”, Yanacocha se basta sola para desprestigiarse.

Soluciones desde la Derecha


Rosa María Palacios, con cuyas ideas políticas estamos muy distantes, hace algún tiempo sugería que las cosas deberían ser como en EEUU. Es decir, la riqueza o pobreza del subsuelo, debe ser para el propietario del suelo. Hoy en día una persona es propietaria del suelo que compra, pero si debajo hay oro o petróleo, este es del estado. Y claro, si es del estado se puede “concesionar” y si se puede concesionar se puede entregar a las grandes compañías nacionales (generalmente limeñas) o extranjeras (asociadas con compañías limeñas con participación minoritaria), y una vez concesionada la riqueza de esa tierra, que se sepa nunca limeña, revertirá a Lima o aún al extranjero. Esa es la forma en que Lima se ha apropiado por cientos de años de la riqueza de los demás pueblos del Perú. Es la forma en que la riqueza de los pueblos va a inflamar el crecimiento y lujo y vanidad limeñas y aún extranjeras, pero jamás sirve para financiar el desarrollo y el crecimiento locales. Eso es lo que pasa en Cajamarca. Y es lo que ha pasado en todo el Perú por cientos de años.



¿Quién pone el cascabel al gato? ¿Cómo convencer a los grupos de poder, que gobiernan desde las sombras y tienen todos los recursos para impedirlo, de permitir que sean las regiones, las ciudades y las personas las poseedoras del suelo, las que usufructúen las riquezas del subsuelo, exactamente como ocurre en los EEUU, tierra de la libertad? ¿Por qué en otras cosas son tan buenos alumnos de los norteamericanos y en esta no los copian para nada? Si la riqueza fuera para los propietarios del suelo ninguna inversión minera estaría bloqueada. Debe haber un estado fuerte que haga cumplir las normativas ambientales, estudios de impacto ambiental, licencia social, todo. Pero los primeros interesados en la explotación de los recursos serían los pueblos, apropiadamente asesorados desde el estado o desde la sociedad civil. El oro de Cajamarca para los cajamarquinos.

Pueblo Libre, 23 de octubre del 2014


jueves, 23 de octubre de 2014

Prohibido Callar


Años atrás, en mi época universitaria, fui parte de la directiva de mi promoción. Desde allí hacia cosas sin ponerles la firma. Actividades que tenían alguna resonancia y a las que por ingenuidad jamás les puse una placa de bronce imaginaria. Alguien vio las cosas que yo hacía. Pero no vio que YO las hacía. Adjudicó esos hechos al presidente de la directiva de la que yo era parte. Ese presidente no tuvo la decencia de decir que yo era el autor, organizador y quien finalmente se rompía las espaldas para que las cosas salgan adelante. Ese presidente, al que llamaremos por comodidad Giovanni, finalmente se convirtió en candidato a los órganos de gobierno universitarios presentando mis logros como suyos. Fue elegido. Allí comprendí que cuando se hace cosas está prohibido callar.

En Pueblo Libre, un ejemplo


Hace algunos años Pueblo Libre fue gobernado por Angel Tacchino; sí, el de la TV. Tacchino recobró el distrito del abandono en que su antecesora lo había dejado. El hombre de las noticias hizo un trabajo importante recuperando pistas, veredas, servicios y seguridad. Lo malo es que nunca lo dijo. Hacía muchas cosas bien hechas (también hacía cosas mal hechas, aunque menos), pero nunca las dijo, no les ponía su firma y no les inauguraba una placa. El resultado fue que un novel, muy marquetero y un poco sucio Rafael Santos, le ganó la elección a Tacchino, no obstante su buena gestión. Con ese ejemplo, sumado a mi experiencia personal, confirmé cuán importante es decir lo que se hace. Ahora mismo si se nos pregunta qué está haciendo el ejecutivo de Humala, nadie sabría qué responder. Está haciendo miles de cosas, pero su grado de comunicación es mínimo, casi inexistente.

En Lima, otro ejemplo


El problema es ese. Los buenos gestores que hacen cosas, pero que las callan, porque se fanatizan al punto de creer que hacer publicidad es deshonesto. La ley permite explícitamente la publicidad de los organismos del estado, porque la gente tiene derecho de estar informada.  La gente que calla sus obras, facilita el triunfo de los bribones. Castañeda gastó millones en propaganda televisiva a pocos meses de las elecciones presidenciales del 2011, diciendo que “ya venía el progreso con el Metropolitano”. Nadie le reprochó el gasto de esos millones, pese al evidente uso de recursos públicos en época electoral, pero él envió el mensaje al subconciente de la gente, que ha reconocido que Castañeda “robará, pero hará obra”. Susana  Villarán en la municipalidad de Lima ha hecho más cosas que Castañeda en la mitad del tiempo, y sin robar. Pero no lo ha dicho. Ignoró que cuando se es autoridad se está prohibido callar. Esa inflamación de honestidad que la llevó a silenciar sus obras, es lo que facilita el retorno de un tipo como Castañeda. Con él, retorna al poder una mafia.

Los Buenos Ganan cuando Dan la Cara 


Parte del compromiso democrático si se quiere mejorar nuestro país, es impedir que las mafias accedan o retornen al poder. Los honestos tienen la obligación de luchar contra las mafias, el silencio no es una opción válida. El sistema peruano contempla la publicidad de las obras estatales. Ojo, la publicidad de las obras, no la del alcalde, presidente regional o funcionario público; eso sí es delito. Las municipalidades y aún los gobiernos, están en condiciones de publicitar lo suyo, no sólo por derecho propio, sino por derecho de la población a enterarse de lo que se está haciendo.

 El peligro de ser gobernados por bribones que buscan llevarse dineros del estado es terrible. A Susana Villarán se le ha colgado el san Benito de haragana cuando es una mujer que se ha matado trabajando por Lima y haciendo obras. ¿Por qué? Porque su fanatismo la llevó al silencio. Angel Tacchino y Susana Villarán cometieron el error de creer que los buenos  ganan porque son buenos. Es un error terrible. Los buenos ganan cuando dan la batalla, presentan lucha y dicen lo que hacen. De lo contrario pierden. De allí  la importancia de decir lo que se hace y de que para las autoridades esté prohibido callar.

Pueblo Libre, 18 de octubre del 2014 
  

lunes, 13 de octubre de 2014

Transporte en Lima: Educando al Soberano

La pasajera se baja del ómnibus ofuscada. Ha viajado sentada, gratis porque estos días el servicio es así. Pero se baja diciendo “esto es una cojudez”. Otra tipa, un poco más temprano en el momento en que bajó de la 18, que viene de Carabayllo, ha dicho “vieja loca”, para referirse a Susana Villarán, la alcaldesa de Lima que se a atrevido a reformar el servicio de transporte en Lima. Decían los antiguos "si el pueblo es el soberano, hay que educar al soberano". 
Asientos destruídos soportan a los usuarios
He probado el servicio del corredor azul. No es la panacea, tiene problemas, hay que hacer algo de cola, es incómodo porque debe atender una enorme demanda y la gente tiene que encadenar transbordos en una ciudad en la que hasta ayer estaban acostumbrados a hacer un único trayecto montados en un solo vehículo y eran recogidos casi de la puerta de su casa. Sí, problemas, pero es mejor que lo que teníamos. Desde los buses del corredor azul, al recorrer las Avenidas Wilson y Arequipa (aún no he recorrido la Av. Tacna), la ciudad se ve diferente, descongestionada, limpia, ordenada. Esto no lo dicen los medios. Ellos buscan lo negativo para resaltarlo, pero esta es la verdad, Lima parece otra. La reforma de Villarán en el transporte de Lima exige una vuelta de 180 grados en el pensamiento de la gente. Todo es nuevo, hay que educar al soberano

La gente opina que   Susana Villarán es autoritaria, no obstante que estos cambios en el servicio de transporte han sido anunciados desde casi 2 años y de que todos están conscientes de que había que hacer  cambios.


El Servicio de Transporte Antiguo Es un Calvario


El transporte en Lima es un servicio que apalea la dignidad de la gente. Viajar en camionetas pequeñas y en vehículos malolientes, pegados a los cuerpos de otras gente, es lo cotidiano. También es lo cotidiano el irrespeto en el trato a las personas por parte del transportista; así como las carreras por ganar pasajeros entre unidades de la misma empresa, o pasarse las luces rojas, dejar sin recoger a los estudiantes, apurarlos para que suban o bajen, oír músicas estridentes. O cancelar arbitrariamente el recorrido asignado y cortarlo de buenas a primeras. Todo lo anterior es cierto y cotidiano, pero la gente lo añora. Lo lleva pegado al cuerpo como los cuerpos de las otras gentes que soportan literalmente en el Metropolitano, el servicio creado por Castañeda. Servicio que todos alaban y prefieren. Es la basura amada.

El usuario del servicio antiguo viaja "comprimido"

El Nuevo Transporte en Lima: Explicar y Educar al Soberano


El nuevo servicio planteado por la derrotada alcaldesa Susana Villarán plantea algo totalmente diferente. Para empezar hay una frecuencia con la que circulan los buses. Se puede predecir en que minuto llegarán a sus paraderos, que también existen y es donde los pasajeros deben abordarlos. Ya no más los Coaster o combis deteniéndose 15 veces en una cuadra, no. Al no estar en competencia para levantar pasajeros, los vehículos de transporte ya no se detienen haciendo caravanas lentísimas que ponen a prueba la paciencia de la gente, ni bloquean las bocacalles formando esas largas filas indias en espera de recoger usuarios. Ahora las unidades respetan su ruta que antes recortaban a voluntad y respetan al pasajero. Como se ve, los beneficios son todos. Faltan algunos ajustes, pero el sistema es muy superior al que plantea el señor Castañeda, de combis, de coaster, de microbuses.


Bus del Corredor Azul: espacioso y limpio


¿Qué nos Espera?

¿Por qué Lima no aprobó este sistema? No es claro que no lo aprobara. Las quejas han sido en los primeros días. Ahora parece que la gente ha entendido que el sistema es mejor, aun cuando mejorable. Buses más grandes y espaciosos terminan por convencer al más escéptico. El tiempo nos dirá si las reformas del transporte que Susana Villarán ha querido llevar a término se impone para dejarnos una mejor ciudad, o si se retrocede al sistema de Castañeda, para seguir siendo la capital de América Latina con el peor sistema de transporte.

Pueblo Libre, 08 de octubre del 2014



sábado, 11 de octubre de 2014

Elecciones Municipales y Regionales en Perú: Un Balance

Terminaron las elecciones municipales y regionales y los peruanos tenemos nuevas autoridades electas. En verdad no es que personalmente tuviera muchas esperanzas de que nada cambie. Si algo se puede esperar, es que todo siga igual. Los servicios seguirán siendo deficientes, los elegidos no harán nada por la educación (tan necesario hacer algo) a pesar de que constitucionalmente podrían;  y además, las flamantes autoridades en poco tiempo sufrirán una bonanza económica que nadie podrá explicar; pero que por lo demás, nadie se preguntará  de donde vino: todos lo saben. Esto es lo que ocurrirá, podemos ponerle la firma. 

Pero una elección como ésta debería dejarnos algunas lecciones. Aunque sea por joder, hay que plantearse algunas preguntas y ensayar algunas respuestas. Al final, este es el país en que vivimos y en el que si nada ocurre, seguiremos viviendo.

Regionales


Un tema primerísimo es lo que ocurre en las elecciones regionales. No es que conozcamos a todos los presidentes regionales elegidos. Al contrario, son auténticos desconocidos, salvo por César Acuña, nefasto personaje que merece un post él solo. Los demás como se dice, ni en pelea de perros. Y es que una primera mirada a las siglas triunfantes en las elecciones regionales, muestra los nombres más rimbombantes y graciosos del tipo “En memoria de mi madre”, pero donde los partidos políticos nacionales no existen. Han sido barridos del mapa electoral por los movimientos regionales. APRA, PPC, AP, PPN, no existen, así de simple. A algunos esto puede parecer bueno, a mí no. Me parece bueno en la medida que castiga la soberbia y denuncia el ombligüismo limeño; pero lo veo mal en términos de país. Un país sin partidos nacionales cubriendo el territorio nacional es un Frankenstein sin rumbo ni destino.

Cada movimiento regional interpreta el país de la manera más alegre imaginable. Es más, el país no importa, importa la toma del poder, que esa es la única verdad. Tomado el poder ya no hay derrotero que seguir. Se llega para asaltar las arcas públicas, se llega por megalomanía, se llega porque en el reino de los ciegos todos los tuertos quieren ser rey, aunque la falta de preparación sea harto evidente y los cuadros capaces brillen por su ausencia. Con esa realidad, el destino de las regiones está amenazado de nubarrones negros. Eso es lo que ha resultado tras las elecciones del pasado 5 de octubre y a nadie parece importarle, salvo el caso de Cajamarca, del que sí han hablado y escrito los “entendidos” desde sus escritorios limeños. Es lo único que parece importar, el oro de Cajamarca. Después, nada.

Gregorio Santos: desató iras limeñas con su elección


Lima y Luis Castañeda


Segundo tema. La elección municipal de Castañeda. No fue sorpresa para nadie, pero llama la atención que tenga una aceptación limeña tan alta, una persona que no sólo no dijo una palabra durante toda la campaña, sino que tiene anticuchos tan grandes en el tema de moralidad. El tema COMUNICORE, por el cual ha sido cuestionado no parece hacerle mella. Más de 20 millones de soles pagados a una empresa fantasma, de fachada, que se llevó el dinero en bolsas negras por personas humildes, no tienen en la conciencia del elector limeño el menor peso específico a la hora de votar. Su inacción total en temas como seguridad ciudadana o el transporte, no pesan tampoco para nada.

¿Con que derecho el elector podrá exigir transparencia y honestidad a un hombre que como candidato no dijo media palabra a sus electores? Hace 3  años, en la elección nacional, votando todo el Perú, Castañeda apenas si rozó el 9% de los votos. Ahora votando Lima Castañeda alcanza el 50% de la votación limeña. Así es Lima. Comprensiva con el robo. No olvidemos apenas una semana antes de la elección, una encuesta desveló que el 49% de los electores identificaba aLuis Castañeda Lossio como el candidatoque robaría, pero haría obra. Pues bien, Castañeda ha obtenido el 50% de los votos.

El Anti lider


Otra verdad que surge de éstas elecciones es que el léxico rudimentario, pretendidamente gracioso, apuntando a la cultura combi y no a la educación del colegio “de prestigio”, parece triunfar. Mientras más analfabeto el candidato, mejor visto por el elector: son carne y sangre. Es la hora de los Castañeda, de los Acuña, de los Fujimori, de los Álvarez. La honestidad no es exigida, ni la preparación, nada, es la hora del anti líder. A más plano el mensaje, mejor aceptado por la gente. A menos cultura, más votos. Incluso en la TV (América TV) durante la hora de las elecciones se intercala secuencias cómicas a cargo de figuras como Carlos Álvarez, para aplanar el mensaje, buscando un elector o televidente embrutecido, con mensajes lo más bobos posible y hacer ver que política y humorismo pueden ir de la mano. Exactamente como si la política fuera un circo.

De noche Todos los Gatos son Pardos 


Finalmente, los partidos nacionales aparecen destripados por completo, reducidos a un rol secundario en Lima, último reducto de los ahijados de los viejos líderes de la política peruana. Desconcertados, confundidos, incapaces de comprender e interpretar el país que aspiran a gobernar. Divididos no se sabe muy bien porqué, puesto que postulan prácticamente las mismas ideas. Lo mismo da un Toledo que un Humala, un PPK que un García y éste que una Lourdes Flores. Esta última es casi lo mismo que una Keyko Fujimori. ¿En qué se diferencian estos que nos quieren gobernar? Sólo en los apellidos. Llegados al poder hacen exactamente lo mismo. La expectativa ciudadana es defraudada vez tras vez y el país poco a poco se va dirigiendo por un despeñadero de imprevisibles consecuencias. Es lo que tenemos y sin embargo, el país avanza.

Pueblo Libre, 8 de octubre del 2014


miércoles, 8 de octubre de 2014

Ventajas de no Ver TV. Tres años libre de la caja boba

Un sábado del  2011, llegué a casa después del trabajo. Encendí el aparato maquinalmente. Daban una película de guerra, de guerra en Vietnam. De pronto del interior del TV sonó como si reventaran cancha. La imagen se fue. Tomé el control remoto y lo encendí de nuevo. La imagen volvió un segundo, dos, tres. Otra vez reventó algo y la pantalla se oscureció. Me dije “lo mandaré a arreglar”. Luego me pregunté “¿Para qué arreglarlo?”. Me dije “Lo dejaré allí un tiempo”. En ese momento no podía imaginar las ventajas que acarrea no ver TV. Han pasado tres años que se cumplen el 11 de octubre y no la echo de menos.

Confieso que al principio fue difícil. Es una adicción como el tabaco o el alcohol. El sonido, la necesidad de acompañarnos de algún sonido es lo primero que hay que soportar. Se llega a la casa y se enciende un sonido, no necesariamente una película, una serie, un programa de concurso, se enciende un sonido que nos haga sentirnos acompañados. Lo soporté. Eran los tiempos en que habían botado a Rosa María Palacios del canal 4 y en el horario de las 11 pm quedaban Carlos Carlin, Beto Ortiz y Aldo Miyashiro (me la pusieron fácil, es verdad). Los noticieros, que eran lo poco que yo veía, ya eran unos bodrios lamentables, pero menos que ahora.

Pues bien, la TV que ahora veo se limita a la que capto en los restaurantes a la hora del almuerzo, o eventualmente en alguna reunión social. Nada. Ni la extraño, es más, me parece surreal ver la fruición con que la gente mira la TV en los restaurantes. Es inaudito cómo soportan a ese Doctor que les muestra vómitos y otras excrecencias a la hora del almuerzo. No ver TV es muchas ventajas y beneficios. Algunos de ellos muy valiosos. Veamos algunos.

Tiempo


Digámoslo claro, la TV roba nuestro tiempo de un modo brutal. Una serie, un noticiero, un reality, toman una hora de nuestro valioso tiempo. El caso es que nos acostumbramos a que nuestra vida transcurra frente a la pantalla de un TV. En países como EEUU se calcula que las horas diarias que una persona pasa frente al TV son más de cuatro. Pues bien, yo pasaba alrededor de dos horas diarias frente a la pantalla. Hoy ese tiempo es mío, pero no para perderlo de otra forma, sino para aprovecharlo de maneras provechosas. Por ejemplo aprendiendo algo de inglés en Youtube, mientras tomo el desayuno. O repasando en el mismo youtube temas de mi profesión. Mirando entrevistas interesantes a personajes históricos y aún mirando u oyendo temas de mi agrado, elegidos por mí y no por algún programador de TV interesado en convertirme a sus dudosos gustos.

Cero Preocupaciones


Bueno, no tanto como cero preocupaciones, pero al menos las preocupaciones que la TV podría inocularnos, están conjuradas. A veces en las redes sociales miro algunos mensajes de mis contactos hinchando con verdadero ardor por el grupo “rojo”, o el grupo “verde”. O por los “leones”. En fin, se compran el pleito. Viven verdaderos dramas junto a sus ídolos de barro. La TV actual ha convertido en culebrón telenovelero a todo. Los últimos días que miré TV los culebrones eran Alicia Delgado y Abencia Meza. Dos semanas completas hablándose de ello en la TV peruana y en los hogares. Luego fue el caso de Ciro Castillo. La TV nos vende preocupaciones que nada tienen que ver con nuestras personas, pero que se superponen sin que nos percatemos. Apagar el TV en mi caso ha significado no tener ese tipo de preocupaciones. Eso me ha llevado a una vida de más tranquilidad de espíritu, menos pleitos, mayor y mejor concentración.

Mayor Creatividad.


Desde que dejé la TV apagada, mi creatividad se ha desatado. Debe ser el efecto purificador que tiene el volver a pensar con nuestros pensamientos y no con el guión de los programadores televisivos. Cualquiera que vea programas como “Al Fondo Hay Sitio” o “Magaly Medina”, debe tener un serio problema de poca inteligencia, son programas hechos para tarados. Pero eso no siempre es tan evidente. Hay programas como el Dr. TV que vienen con una aureola de gran cosa. El resultado puede ser hasta peor que un programa como el de la Medina. El miedo que infunde el susodicho doctor con sus terribles enfermedades, crea seres apocados, débiles, miedosos. Y como ese hay muchos programas que ingresan a nuestros hogares sin anunciar sus terribles consecuencias. Mi creatividad desatada me ha llevado a concebir canciones, escribir más y mejor en éste y otros blogs, y tener en escritura un par de libros. Si eso no es creatividad desatada, ¿entonces qué lo es?

Mayor Felicidad


El solo hecho de saber que he podido vivir sin TV por tres años me hace sentirme diferente y ese hecho me hace más feliz. Hay que tener fuerza de voluntad y la he tenido. Pero eso no es todo. La distancia con la TV parece renovarnos, llenarnos de energía. En ese tiempo he podido retornar al gimnasio, conocer gente, ponerme en forma, estar más alegre y ver la vida de manera diferente. Más vital, más libre. La gente de la TV es parte de un sistema que nos esclaviza. Digo bien, un sistema. La TV funciona en base a la publicidad, ese es su negocio. Para que el negocio funcione nosotros somos convertidos en parte del objetivo. Debemos convertirnos en consumidores. Entrar en la ruedo del consumismo. No del consumo, sino del consumismo. Nos inflaman de consumo. La felicidad se mide por cuan capaces somos de comprar lo que la TV dice. O que tan cerca estamos del estereotipo que nos venden. Como no miro TV sus estereotipos no cuentan. He escapado a la rueda. La felicidad depende de lo que yo decido, no de las propagandas ni del sistema. Estas son algunas de las ventajas de no ver TV. Y hay más, pero por hoy es suficiente. ¿Y tú qué opinas? ¿Podrías vivir sin TV un día? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Piensas que la TV es imprescindible en tu vida?



Pueblo Libre, 08 de octubre del 2014