domingo, 24 de febrero de 2013

La Estrategia de La Cucaracha.



Cuando peor vayan las cosas, más burro tienes que estar. Hace algún tiempo oí decir esto a Miguel Ángel Cornejo cuando se burlaba de la forma de encarar las crisis que teníamos en Latinoamérica, entre otros, quitando financiamiento a la educación. Hace algunos meses atrás conversando con una amiga, recibí de ella unos consejos. Me decía que en el caso del blog, debería bajar el nivel. “Es difícil para nosotros”, dijo, “Pero cuando bajas el nivel, alguien de abajo te puede ver y hasta quizás te llaman”. Se refería ya no sólo al blog, ella hablaba de todo en general. “Mira”, dijo para probarme su aserto, “La gente ignorante, es la más feliz. Y nosotros, cultos, con nuestras paltas no atinamos a nada”. De verdad parecía un razonamiento sólido. No le dije ni sí, ni no. Me parecía que algo fallaba en semejante razonamiento.


La Estrategia de la cucaracha 1
Leonardo o la irrenunciable estrategia de dar lo mejor

Unos días después cayó en mis manos un diario en el que leí un lamentable artículo escrito por un tal Eloy Jáuregui. Creo que es uno de opinólogos del medio que se han hecho un nombre a base de esfuerzo, pero han terminado por poner su talento al servicio de lo que vende y ya. En el artículo, Jáuregui contaba con detalle sus impulsos masturbatorios en los cines limeños contemplando a las beldades del celuloide de su época, una por una. El tema no esta mal cuando se trata bien, pero cuando se quiere pasar por achorado, por desprejuiciado, y se busca escandalizar, entonces la cosa anda bastante mal. Si Jáuregui había conseguido eso bajando su nivel y lo habían llamado para eso, había que pensarlo. Beto Ortiz es otro tipo talentoso. Quizás más que Jáuregui. Pero también a Ortiz se le da por bajar a niveles abyectos muchas veces. No hay más  que recordar  algunos de sus programas de TV y su predilección por entrevistar bataclanas sin detenerse a pensar un segundo en lo vulgar, frívolo y morboso que terminaba siendo aquello. La faceta de periodista político le sale mucho mejor, pero parece pesarle como una loza. Jaime Baily es otro caso. El niño terrible, devenido en joven maravilla y tío procaz finalmente, es otro tipo de nuestras pantallas que hacía un periodismo impertinente, pero cerebral. Verlo y oírlo hasta principios de los noventa era una obligación. Se autoexilio cuando el golpe de estado de Fujimori de 1992 y a su regreso de Miami volvió afirmando que estaba para divertirnos. Puro estiércol, o estrategia de la cucaracha. Baily devino en productor de escándalos baratos, besador de hombres en pantalla  y sicario mediático a pedido. La lista de personas absolutamente talentosas que han bajado su nivel para mercadearse es interminable y quizás a ellos les debamos bastante el espectáculo triste de mirar señoras que llevan a sus perros a defecar en los parques, en los que deberían jugar los niños. O quizás el espectáculo de gente miccionando a plena luz del día en las principales avenidas y calles  limeñas.


La Estrategia de la cucaracha 2
Jamás sin esfuerzo y siempre lo mejor

Un ejemplo del mundo de la empresa: Apple. A pesar de lo caro que son sus productos, estos son preferidos en todo el mundo por que la marca siempre busca la excelencia, dar lo mejor. 


En nuestra TV, César Hildebrant jamás bajó su nivel y es recordado con admiración, cariño y añoranza. Digo ¿Qué sería del arte universal si Miguel Ángel no hubiera dejado su mejor esfuerzo en la Capilla Sixtina o El David; o si Da Vinci no hubiera puesto lo mejor de sí mismo en La Gioconda? ¿Qué del mundo si Pasteur no hubiera dado todo para hallar la cura de la rabia o Alva Edison no hubiera hecho sus 5,000 intentos para crear la bombilla eléctrica? Cuando pienso en tanta y tanta gente que nos ha legado su mejor esfuerzo para hacer crecer un poco al género humano: Galileo, Volta, Newton, Einstein, la Madre Teresa, Gandhi…Pienso que ese esfuerzo vale la pena en cualquier campo: el deporte, las artes, la ciencia, la política, la religión. No vale la estrategia de la cucaracha que mientras más baja está mejor, porque se encuentra el fango denso, el moho irrespirable, lo putrefacto. Vale el empeño, el sacrificio, la disciplina, y buscar siempre entregar el máximo esfuerzo. Eso es lo que debemos practicar y enseñar  a los niños y jóvenes. Entonces dejaremos atrás la tontería de invertir menos en educación cuando las crisis empiezan a asomar. De nosotros depende.



Pueblo Libre, 23 de febrero del 2013


Menores en Asia se Embriagan A vista y Paciencia de las Autoridades



Con el titular que acompaña este post, el diario el Comercio llenaba su primera página del 10 de febrero aludiendo a lo que toda Lima sabe: Que los niños bien de las familias más acomodadas de la capital peruana se emborrachan y malogran desde que cae el Sol hasta que  emerge en un nuevo día muchas horas después. La periodista que ha hecho la nota, una nota bastante light dicho sea de paso, no menciona para nada las drogas, que también toda Lima sabe que allí se consumen (ver video más abajo), ni menciona las peleas de una violencia brutal (Rosa María Palacios dixit), que allí se producen por quítame estas pajas y “mírame bonito” varios. Nada, ese no es el tema de la nota, el tema es “la vista y paciencia de las autoridades” frente a los menores que se embriagan en Asia.

Foto del Diario El Comercio que acompaña la nota
Pamela Sandoval, la periodista que firma la nota, quiere que el alcalde de Asia haga lo que los padres de los mozalbetes no hacen: educar, cuidar, corregir, vigilar a sus hijos. ¿Qué responsabilidad tiene el alcalde asiático de lo que estos jovencitos hacen con sus dineros y de que se embriaguen en Asia? Ninguna. Son los padres los que proveen con dineros a esos jóvenes que luego lo gastan con desdén en intoxicarse y destruirse a sí mismos. ¿Es que acaso la periodista ignora que los padres de esos jóvenes saben perfectamente a qué van sus hijos a Asia?  Son padres consentidores que han renunciado a educar a sus críos y que probablemente disfruten en otros ámbitos de los mismos desafueros de sus vástagos. Hasta es posible que les den el dinero para deshacerse de ellos por unos ratos.



La autoridad municipal es el último eslabón de importancia en una cadena de la que forman parte primerísima los padres que renuncian a serlo; también los policías que deberían perseguir el tráfico de drogas y no lo hacen; y muy importante, una educación privada que estos adolescentes reciben y que se autoproclama la mejor educación del mundo, pero que en la práctica sólo bota jovenzuelos frívolos, juergüeros, incultos y derrochadores.


El problema de la nota del diario El Comercio, es que agita el dedo y señala falsos culpables, pero no identifica el problema principal. Cuando menciona la "vista y paciencia de las autoridades", está señalando al falso culpable. Nos estamos acostumbrando a señalar culpas ajenas y no asumimos las propias. Con todo su terror, la tragedia de la Discoteca Utopía y los jóvenes allí fallecidos, señalaron hacia el empresario del establecimiento incendiado, pero dejó intocada la responsabilidad de los padres de los mismos fallecidos, que ingresaron al local sabiendo perfectamente que en esa discoteca se jugaba con fuego.


Los jóvenes seguirán bebiendo, drogándose y peleando en Asia y en muchos lugares de esta Lima que disfruta de una bonanza económica impensada, mientras los padres sigan abdicando de su función, dejándolos de su cuenta y proveyéndolos con los dineros que les sobran.


La nota del diario El Comercio tiene la misma función ya vista en otras campañas, de arrinconar a los políticos sin tocar las causas de los problemas. En el periodismo hay un afán parricida o la cocción de un negocio de chantajes. Parricidio porque ven al poder como al padre al que el adolescente quiere vencer. Por ello las campañas antiparlamentarias o anti tal o cual ministro. Negocio de chantajes porque el medio de comunicación se convierte en arma que tuerce voluntades de los que toman las decisiones. 


Lo malo es que problemas como el de los jóvenes de esta nota,  que ven el desperdicio de sus tiempos y salud como meta, siguen siendo pasados por agua caliente. En tanto ello ocurre la ciudad se llena de tranqueras y crímenes.



24 de febrero del 2013

sábado, 16 de febrero de 2013

De los Pobres gordos a los Gordos Pobres I



Si mañana se descubriera un virus que amenazara con exterminar un tercio de la humanidad en 30 años, seguramente nos preocuparíamos. Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud indican esa dirección. También vaticinaba la OMS en el 2010, cuando había 1,000 millones de obesos en el mundo, que hacia el 2015 habría 1,500 millones de obesos. Quizás la obesidad no mate a la gente visiblemente, pero la OMS informa que la obesidad mata cada año a 2,6 millones de personas. Sin mencionar que la calidad de vida de los que sobreviven, se verá mermada sensiblemente con las enfermedades que sufrirán. La cosa va desde artrosis y males cardiacos que inician a edades cada vez más temprana, hasta enfermedades “menos graves” como la diabetes 2, que disminuyen el rendimiento de la gente en el trabajo y prácticamente de todas sus actividades. 

Verdadero Boom gastronómico

En EEUU la gordura entre los años 2010 y 2011 atacaba al 30% de su población. No hay indicios de que esto disminuya pues esta tasa de gordura se mantiene estable desde hace 10 años. En Francia hoy existen casi 7 millones de obesos, cantidad que duplica la existente hace 15 años. En Dinamarca se ha creado un impuesto de 20% a los insumos con que se prepara las comidas grasosas. En México recientemente se ha prohibido la venta de comida chatarra en los kioskos de los colegios. Este país tiene el primer lugar de obesidad infantil en el mundo. El Perú, ocupa el octavo lugar de obesidad infantil en el mundo, con un 18% de población infantil obesa. Una investigación edil en el distrito limeño de Miraflores reveló que un 37% de los estudiantes sufre obesidad. El costo de enfrentar la aparición de enfermedades en la población adulta e infantil, será cuantioso para los países. 


No hay ropa que resista tanto

Un dato curioso de las estadísticas indica que la obesidad y gordura, que antiguamente se atribuía a países desarrollados, hoy está presente en los países en vías de desarrollo con el mismo destructor impacto en la salud de las personas. Del gordo de la patota, que generalmente era un individuo, hoy hemos pasado a los varios gordos orgullosos por patota, que ostentan la gordura como robustez saludable, por lo menos en tanto esta no dificulta visiblemente sus movimientos. Cuando llega la lentitud suele ser demasiado tarde para actuar. Pero lo paradójico es la gordura de los pobres. ¿Cómo se puede ser gordo siendo pobre? Hay varias explicaciones. Malos hábitos alimenticios inducidos por la propaganda comercial. Poblaciones que salen de la pobreza asiendo suyos estilos de vida que suponen “de clase alta”. Sedentarismo propiciado por chucherías electrónicas tipo PC, TV, Smartphones y situaciones de inseguridad ciudadana.


La doctora Patricia Aguirre, argentina, antropóloga, autora del libro Ricos Flacos y Pobres Gordos, lo explica así: “La madres de hoy no saben alimentar a los niños, es la publicidad la que impone los gustos alimenticios de los infantes de hoy. Cedemos el control de lo que comemos a un sistema experto (publicidad), un sello”. Considerando las aglomeraciones que se observa en fines de semana y días festivos en los restaurantes de comida rápida, la doctora Aguirre está acertada. La doctora continúa diciendo “Hoy hay gordos de escasez, no de abundancia. Madre pobre y gorda, es anémica. Comer adecuadamente es caro. En la pobreza se valoriza la sensación de saciedad”. Es verdad, una dieta saludable de frutas y verduras es incompatible con los hábitos alimenticios de los pobres, que deben luchar más que otras clases sociales con el miedo ancestral del hombre a no poder saciar el hambre. 



La próxima vez que llevemos a los niños a comer a la calle, preguntémonos si no los estaremos envenenando de chatarra y poniéndolos en manos de las enfermedades junto a los 42 millones de niños menores de 5 años con obesidad, que la OMS denunciaba hacia el 2010. Y nosotros, ¿estamos dentro de los 1,000 millones de gordos? Sólo usted lo sabe.


Pueblo Libre, 2 de febrero del 2013

Destruyendo el poco APRA que queda



Cuando por la radio escucho a Mauricio Mulder o Velásquez Quesquén o Nidia Vilchez, hablar de la revocatoria de la alcaldesa de Lima Susana Villarán, siento lo mismo que cuando oía a Marta Chávez o Carlos Raffo en la campaña electoral del 2011. Siento no sólo una profunda aversión y desencanto, sino que deseo  también que sigan hablando, que hablen tanto como puedan y más, porque sus voces transparentan su odio, porque finalmente la gente los conoce y siente la misma aversión mía y les dará la espalda. 


Construir el APRA a Haya de la Torre le costó mucho esfuerzo. Debió sufrir vituperio, persecución, cárcel, destierro y correr riesgo de su vida múltiplemente. A Mauricio Mulder y su grupo de compañeros que en nombre del APRA atacan a la alcaldesa de Lima, les está costando muy poco destruir al partido de Haya. Porque si las sombras de la enorme corrupción del primer gobierno, y las sombras de la corrupción del segundo gobierno, no lograron acabar; si lograron disminuir al APRA. Y estas andanzas con el castañedismo y el fujimorismo, si que acabarán de una vez y para siempre, con el partido del martirologio, de los obreros y campesinos, de los trabajadores manuales e intelectuales. 

1978 Austera campaña aprista a la asamblea consituyente
En 1978, alguna mañana en alguna calle peruana, apareció una pinta que dentro de dos recuadros indicaba C-1. Ese recuadro se multiplicó en todo el Perú. Era la identificación de Haya de la Torre en la elección constituyente. Fue la única propaganda permitida en ese partido. No hubieron spots televisivos. Acaso algo de afiches y banderolas. El APRA, partido de economía franciscana, más que publicidad fue una religión, un estado del espíritu. En la avenida Larco de Trujillo, la ciudad cuna de Haya y el APRA, un largo muro de ladrillos rezó durante décadas “El APRA es el partido del pueblo y su causa vencerá”. Hace ya muchos años ese muro desapareció, por el mismo tiempo en que el APRA se olvidaba de mencionar a los pobres en sus discursos y sus líderes empezaban a disfrutar unas súbitas y seguramente bien ganadas bonanzas económicas, cambiando por la moda el franciscanismo de su vestir.

Militantes de base reunidos con Haya de la Torre
Se me hace difícil ahora entender que el APRA, partido de campañas políticas austeras y del cual Haya de La Torre dijo “Nos hemos mantenido fuertes, porque hemos estado limpios”, vaya ahora de las manos del Castañedismo y del Fujimorismo. Del fujimorismo de los millones sobre la mesa del SIN, y del castañedismo de COMUNICORE y la empresa fantasma que desaparece con millones de soles en bolsas negras recogidas por indigentes misteriosos. Se me hace difícil ver a un partido cuyo líder marcó la vida política peruana, convertido en cola de ratón de un personaje tan impresentable y de tercera como Marco Tulio Gutierrez. 

Mauricio Mulder: los años de bonanza aprista
Mauricio Mulder, el lenguaraz; el presidente García que todo lo sabe;  Velásquez Quesquén y su incipiente léxico; Nidia Vílchez y todos los demás; deben creer que son muy listos y que toda su verborragia convence a alguien. Que las falacias con que pretenden justificar lo injustificable serán tomadas como una gracia y que la gente olvidará todo, que la política es el arte de los avivatos. En 1987, cuando la derecha peruana fustigaba a García por la estatización de la banca, él dijo “Se equivocan gravemente”. Así está ahora el presidente García si piensa que la gente tomará este ataque a la moral y a la ética, a la necesidad de refundar la política desde la decencia, como una travesura más. Así están García y su grupo, destruyendo el poco APRA que queda, equivocados gravemente.


Pueblo Libre, 16 de febrero del 2013